Moquillo canino. Información

Moquillo canino

Se trata de una enfermedad infecciosa, altamente contagiosa y de curso variable, producida por un Paramixovirus Morbillivirus que afecta a los caninos y a otros carnívoros, caracterizada clínicamente por una sintomatología compleja y una temperatura que varía en diferentes momentos del curso de este mal.
En 1903 se descubre la naturaleza vírica de esta enfermedad, aunque ya había registros de la misma en la segunda mitad del siglo XVIII.

Modo de transmisión
La enfermedad se presenta mayormente en los meses de frío y las vías de contagio son varias: por secreción salival (hasta 51 días pos infección), nasal, conjuntival y orina. También puede darse el contagio por vía placentaria (de madre a hijo) y, a veces, en las heces, aunque no siempre se puede detectar la presencia del virus en materia fecal.
El 3 % de los anticuerpos neutralizantes de la madre, pasa a los fetos por vía transplacentaria y el resto por calostro. Los anticuerpos que le transmite la madre a los cachorros desaparecen a las 12 semanas, por lo tanto son susceptibles al moquillo a partir de entonces y hasta los 2 años aproximadamente.

Síntomas
Cuando el perro se ha contagiado, los primeros síntomas son la elevación de la temperatura que se mantiene un cierto período con pequeñas oscilaciones. Luego de un lapso sin fiebre, durante el cual el virus se ubica en diferentes órganos causando lesiones y predisponiendo a los pulmones e intestino a sufrir una invasión bacteriana, aparece un segundo período febril.
Básicamente puede adquirir diferentes formas clínicas:

■Curso sobreagudo: los animales mueren en forma rápida y con poca sintomatología debido al daño cerebral. La evolución no va más allá de 3 días.
■Curso agudo: es la forma de presentación más común y puede adquirir múltiples síntomas (hipertermia, tos, rinitis, mucosidad, conjuntivitis, vómitos, diarreas y deshidratación). En su forma nerviosa, el virus puede atacar el sistema nervioso central. También llega a provocar parálisis en diferentes regiones del cuerpo, pero con mayor frecuencia en el tren posterior.
Pronóstico
La duración y el curso del moquillo varían considerablemente. Las lesiones ocasionadas llevan a la muerte, o bien dejan secuelas de por vida.

Prevención
Es importante vacunar luego de los tres meses de edad ya que los anticuerpos maternos se conservan hasta los 90 días.

Fuente:

WWW.apema.org